“Los que suscriben, refugiados políticos españoles y como tales titulares del patrimonio que usted como presidente de la JARE tiene en su poder (…) Lejos de cumplir con aquellos deberes, la JARE, así como el Comité Técnico, han prostituido su función, distribuyendo el dinero común de modo ilícito entre los amigos y partidarios de los gestores del mismo, obligando a la masa a vivir en la más paupérrima de las miserias (…) Entre tanto, usted y sus parientes y amigos, viven en casas suntuosas como la que usted posee en Nuevo León 103, y dilapidan crapulosamente el dinero colectivo (…) A cuenta del patrimonio de los refugiados, ustedes, llevan una conducta en este país, que hace honor a los plutócratas y terratenientes españoles contra quienes el pueblo vertió su sangre en la guerra civil.”
( Documento enviado por las Asociaciones de Refugiados Españoles en México a Indalecio PRIETO, el 6 de setiembre de 1.940 )
Como ha quedado escrito en otros capítulos de mi serie “A PROPOSITO DE LA MEMORIA HISTORICA”, la llegada del tesoro del VITA a México provocó uncambio de poder en el seno de las instituciones republicanas del exilio, dandoVIDA a la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (J.A.R.E.) en Francia con fecha 31 de julio de 1.939, después de la victoria de Prieto sobre Negrín en la fantasmal Diputación Permanente de las Cortes – 15 votos a favor, 5 en contra y dos abstenciones -, celebrada en París el día 31 de marzo de 1.939, la cual funcionaría hasta noviembre de 1.942, fecha en la que el gobierno mexicano presidido por AVILA CAMACHO pasaría a controlar las cuentas supuestamente destinadas al “auxilio de quienes emigran de España por defender las instituciones democráticas de nuestro país”.
Sería, no obstante, el mismísimo LARGO CABALLERO quien en su libro “MIS RECUERDOS” dejaría escrito: “No había República, ni Presidente, ni Parlamento, pues no podía existir Gobierno ni Diputación Permanente de cosas desaparecidas. Todo lo demás no era más que una comedia para distraer al público emigrado (…) La Permanente, pues, constituyó la JARE. ¡ Ya teníamos la segunda edición del SERE ! (París, enero de 1.946)”
La cuestión fue que, iniciadas las actuaciones de la JARE en los primeros días de agosto de 1.939, coincidiendo con la desintegración maquinada de la S.E.R.E. negrinista, a la que dedicaremos otro capítulo específico, laDiputación Permanente procedía al nombramiento de la Junta Jaresca, la cual quedaría conformada por Luis Nicolau d’ Olwer, como presidente; Indalecio PRIETO Tuero, como vicepresidente; Carlos ESPLA Rizos, como secretario general; y José María ANDREU Abelló, Emilio PALOMO Aguado, Valentin Torrejón, Amador Fernández Montes “Amadorin” y Juan Peiró como vocales, fijando el domicilio en la séptima planta del número 16 de un lujoso edificio en la Avenida HOCHE parisina, y asignándose una“retribución de 5.000 francos para cada uno”, según quedaba recogido en el apartado undécimo de los estatutos aprobados al efecto.
Sin embargo, el estallido de la segunda guerra mundial y posterior toma francesa por el ejército hitleriano obligaba a una nueva reorganización del “chiringuito jaresco”, de tal manera que PRIETO, en previsión de lo que iba a ocurrir, huyó a México con fecha 5 de noviembre de 1.939, fijando su residencia en el número 469 de la calle Insurgentes y constituyendo en la capital mexicana una delegación de la JARE, ampliando su composición con el nombramiento de Toribio Echevarría, Juan Rodriguez, Narciso Vázquez y su amigo del alma Eugenio RODRIGO, a la vez que hacían pública su voluntad de ayudar a los cientos de miles de españoles que se morían entre las arenas alambradas de aquella inmensa playa de ARGELES-SUR-MER y otras, sin agua, sin comida, sin enfermeros y sin medicamentos. Eso sí, por respeto al precepto de que “la caridad bien entendida empieza por uno mismo”, estos impostores del socialismo se fijaron un sueldo deSETECIENTOS PESOS mensuales, aunque, a pesar de todo o quiza por ello, las tentaciones eran tan grandes que, el mismísimo Emilio PALOMO Aguado, masón del grado 33º, exministro de comunicaciones y expresidente del Tribunal de Cuentas, al que los setecientos pesos debieron parecerle insuficientes entre tanta riqueza procedente del tesoro del VITA, socializabaalhajas por valor de cincuenta y cinco mil novecientos pesos para venderselos al joyero Mijares, refugiándose con el dinero en Cuba, para ser reemplazaso por José GIRAL.
No obstante, a pesar de la tan cacareada ayuda a los refugiados por parte del organismo creado exclusivamente para esos fines, con el informe que tenemos a la vista, entre los meses de agosto y octubre de 1.939, se puede constatar muy claramente que ésta fue casi nula como siguió ocurriendo a lo largo de la corta VIDA de la JARE a cuenta del tesoro del VITA y otros asuntos dinerarios del pueblo español. De un total de 3.761.369,60 francos invertidos, 1.638.000,00 francos fueron concedidos a la Generalitat de Cataluña y 1.350.000,00 francos a la Diputación Permanente de las Cortes, para gastos de su fantasmal funcionamiento y pago de los diputados, figurando tan sólo la cantidad de 300.000,00 francos en el concepto de “Compra de Frutas para los campos franceses”, donde se repartían una lata de sardinas, cada veinticuatro horas, para quince personas, muriéndose una media diaria de tres niños por falta de un simple “vasin” de leche.
Es totalmente cierto que la distribución de fondos siempre resulta ingrata y complicada, por lo que era impensable que todos los refugiados españoles estuvieran de acuerdo con las actuaciones de la JARE, excepción hecha, claro está, de los miles y miles de luchadores republicanos que fueron exterminados en los campos de concentración nazis en MAUTHAUSEN, GUSEN o DACHAU, mientras esperaban el cese en los enfrentamientos entre Prieto y Negrin para ser evacuados a cualquier parte del mundo para seguir viviendo con dignidad. Bastaba que se denegara cualquier ayuda o subvención para que las críticas contra las cúpulas excesivamente partidistas se dispararan, motivo más que suficiente para haber potenciado la participación de todos los organismos y asociaciones representativas de los refugiados, ya que sólo con una total transparencia democrática en las decisiones se hubieran evitado muchísimos enfrentamientos y divisionesentre la gente del exilio. Pero no es menos cierto que Indalecio PRIETO en ningún momento estuvo dispuesto a compartir el poder, negándose radicalmente a admitir cualquier participación en la administración de los fondos procedentes del tesoro robado del VITA y otros que, de manera exclusiva gestionaron él y sus secuaces.
Aquello fue deteriorándose de tal manera que llegado el mes de setiembre de 1.940 la crisis explotaba en todas sus dimensiones, hasta el punto de que las asociaciones que con anterioridad habían pedido la intervención de los fondos de la CTARE negrinista a las autoridades mexicanas, ahora hacían lo propio con la JARE prietista, teniendo que intervenir el gobierno mexicano, presidido por Manuel AVILA CAMACHO, con la publicación de un decreto fechado el 21 de enero de 1.941 para constituir un organismo, compuesto por las mayoría de representantes gubernamentales y de la propia JARE, para controlar la gestión de los fondos. De esa manera, el mismo día que se hacía público el decreto gubernamental, quedaba constituida la “Comisión Administradora del Fondo de Auxilios a los Republicanos Españoles” (CAFARE) que, entre otras cuestiones, adoptaba la resolución de “inventariar los créditos, valores y bienes de cualquier naturaleza, pertenecientes a la JARE, a la vez que se dirigía a la Comisión Nacional Bancaria para que informe a los bancos mexicanos de que los bienes, depósitos, cuentas bancarias, o valores a nombre de la JARE, no puedan ser utilizados sin la previa autorización de la CAFARE, de acuerdo con el artículo quinto del decreto.”
Por fín, después de varias consultas y recursos judiciales para oponerse a las resoluciones del gobierno mexicano, los tres representantes de la extinta JARE en la CAFARE – PRIETO, ESPLA y ANDREU ABELLO - hacían entrega de una especie de memoria sobre los bienes de la JARE, levantándose el 13 de enero de 1.942 un acta protocalizada que recogía las siguientes declaraciones:”La Fiduciaria Hispano-Mexicana, S.A. tenía un capital social de un millón de pesos, dividido en diez mil acciones al portador, distribuidas a partes iguales entre Indalecio Prieto, Julio Carabias, Carlos Esplá, José Andreu Abelló y Eusebio Rodrigo. El “Colegio Madrid”, y los edificios situados en la calle de Empresa, número 1, y en la calle Giotto, número 1, en Mixcoa, con muebles y enseres, y seis camiones, estaban inscritos a nombre de José Andreu Abelló, más una camioneta a nombre de Bernardo Hoyos, y 300.000 pesos, que habían quedado reducidos a 91.289 en poder de Indalecio Prieto y de Carlos Esplá. Dos mil cuarenta acciones de Altos Hornos de México, S.A., por valor de 1.000.000 de pesos, a nombre de Prieto. Trescientos mil pesos, a nombre de Prieto, Esplá y Abelló, en un fideicomiso para financiar a la empresa Construcción Naval, más un millón de pesos. 1.935.361 dólares, más 140.000 dólares de la venta del yate Abril (VITA), entregados a la Fiduciaria Hispano-Mexicana, S.A. El rancho Manga de Clavo en Zitácuaro, adquirido por 103.881 pesos, a nombre de Fernando González Barón. La casa y terreno denominado “LA QUINTA”, adquirida por 17.382 pesos, a nombre de José Andreu Abelló. Material aeronáutico, entregado al jefe del Estado Mayor mexicano, de un valor aproximado a los dos millones de pesos. Dos cheques a nombre de Indalecio Prieto, Carlos Esplá y Andreu Abelló de 1.935.361 dólares y 140.000 dólares, y así hasta 854.042,39 pesos mexicanos, 862.000 pesetas, 471.061 dólares, 138.960 libras esterlinas, 980.900 pesos argentinos, 261.600 francos franceses y 16.500 pesos uruguayos en préstamos,pagarés, acciones y cuentas corrientes en distintos bancos mexicanos, todos ellos a nombre de Prieto, Esplá y Andreu Abelló.
Con fecha 23 de diciembre, la CAFARE acusaba recibo a Prieto, Esplá y Andreu Abelló de la memoria presentada del estado de cuentas de la JARE, exigiéndoles que aportaren “la comprobación documentada y detallada de todas las inversiones y gastos que se habían realizado”,pero PRIETO en absoluto estaba dispuesto a dar cuenta a nadie de los fondos que había administrado y, mucho menos, ofrecer pruebas documentales de que había sustraido, en connivencia con Esplá y Andreu Abelló, una parte considerable del tesoro VITAMINICO que tanta VIDA les había dado en su exilio dorado. A pesar de todas las indagaciones, no hubo posibilidad de aclarar nada en concreto,aparte de una serie de lugares en común, ya conocidos. Indalecio PRIETO había recibido en depósito y administrado los bienes que el yate VITA desembarco en Tampico, los valores de diversas nacionalidades aportados por Gonzalo Zabala, el material aeronáutico transportado de Estados Unidos y Canadá , el depósito en poder de Fernando de los Ríos y “algunas otras partidas de escasa importancia”, sin que se pudiera evaluar el volúmen de ninguna de ellas, de las cuales nos seguiremos ocupando en capítulos siguientes hasta llegar a la mayor de las clarificaciones.
ANTON SAAVEDRA